¿Por qué debemos hablar de tu ex en el #DíaMundialDeLaTierra?
¿Quién puede negar que alguna vez se cruzó con un ex nocivo, tóxico, manipulador? Si te suena familiar sabes que todas esas historias acaban mal. Pero, ¿qué tiene que ver
Si eres el tipo de persona que critica la protesta y siempre sale con reprimendas del tipo “di tidi si quijin”, hoy vamos a darte un juguito de información para que dejes la apatía y comiences a valorar a las mujeres que luchan por el medioambiente y la vida.
Empecemos por lo básico: ¿qué es el extractivismo y por qué debes prestarle atención de una buena vez? Se trata de un modelo de “desarrollo” centrado en la explotación intensiva de los recursos naturales para su exportación como materia prima.
En otras palabras, hablamos de destrucción y daño a los territorios, resquebrajamiento de la vida en comunidad y armonía, contaminación de la tierra y el agua, entre muchas otras terribles consecuencias.
Pero, gracias a personas que deciden alzar la voz y no quedarse de brazos cruzados, no todo está perdido.
Un gran número de mujeres lideran la lucha en defensa del medioambiente y, por esta labor, sufren violencia, acoso y hostigamiento por parte de autoridades, empresas y su propia comunidad.
Ellas se ponen al frente en el cuidado de sus comunidades, ven con mayor claridad la devastación de su territorio y las consecuencias del extractivismo en su propia vida y en la de aquellos quienes las rodean.
Además, ha quedado evidenciado que son menos corrompibles, porque no tienen “compromisos” ni se deben a las “mafias” políticas y sus operadores locales.
Mientras muchos las cuestionan, ellas se enfrentan a poderes políticos y económicos a los que nadie quiere tener como enemigos.
Ellas se ponen en peligro para que el mundo no acabe convirtiéndose en un pesadilla desértica, sin agua, sin animales silvestres, sin diversidad alimentaria.
Entre los años 2009 y 2011 se registraron diversos actos de acoso dirigidos contra organizaciones de derechos humanos y comunidades indígenas que expresaron preocupación por nuevas actividades extractivistas y la construcción de grandes infraestructuras en territorios indígenas.
Entre 2012 y 2014, existieron aproximadamente 35 diferentes actos de amedrentamiento en contra Organizaciones Indígenas y ONG.
Desde entonces, la campaña en contra de las defensoras del medioambiente no ha cesado y los flancos desde los que reciben ataques se han multiplicado.
La criminalización de la protesta, vandalización de las y los defensores, agresiones físicas, psicológicas, amenazas y violencia en todas sus formas son solo algunas de los obstáculos de deben vencer las mujeres que se organizan para resistir y combatir el extractivismo en Bolivia.
¿Qué estás haciendo tú?
Es importante que sepas que en Bolivia existe una ausencia de normas para la protección, respeto y garantía de los derechos de las defensoras y defensores. Esto también impide que se puedan investigar los ataques que sufren, garantizar su seguridad y que continúen defendiendo áreas protegidas y comunidades.
¿Qué puedes hacer?
Dejar de estigmatizar la protesta, difundir información verificada sobre las movilizaciones, no ser indiferente ante el acoso en contra de defensoras y defensores, legitimar y sumarte a la batalla contra el extractivismo, desde donde estés y como puedas.
Unidas estamos más seguras y nuestras voces toman más fuerza.
Deja de lado la pose antitodo y ponte la camiseta de la naturaleza y el medioambiente.
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