“Toras esas leyes por nara”: la invasión a la reserva natural de Tariquia

Tiene 31 años y desde siempre protegió la vida de cientos de especies de animales y plantas. Su razón de ser es la conservación de una parte importante del ecosistema del bosque tucumano boliviano y los ecosistemas de los yungas andinos. Hoy está en peligro y todos debemos ayudarla.

Se trata de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquia. ¿Tú sabías que se trata de un santuario de la naturaleza que es más grande que la ciudad de Tarija por 40 hectáreas? Además, es el hogar de al menos 406 especies de fauna y 808 de flora.

¿Tú sabías que, por su importancia en la región, fue creada por un decreto en 1989 y su condición fue ratificada por una ley años después? Y es que no solo cobija a seres de todo tipo, sino que también regula la cantidad de agua que llega a las cuencas de dos importantes ríos: el Grande de Tarija y el Bermejo.

Por otra parte, también garantiza una planificación del uso racional y sostenido de recursos naturales renovables.

Si es tan importante y vital para el ecosistema boliviano, ¿por qué está en peligro? Es una historia larga. Desde 2005 hasta 2017, Bolivia incrementó las áreas de interés hidrocarburífero más de siete veces. Es decir, pasó de 3,5 millones de hectáreas a más de 26 millones. Por si eso no fuera poco, gracias al decreto 2366 de 2015, el Gobierno posibilitó el ingreso de las compañías petroleras a las áreas protegidas.

Peor aún, se aprobó un cambio en el plan de manejo de la reserva que fue aprobado sin conocimiento de las comunidades, reduce drásticamente las zonas de protección ambiental estrictas y redefine una gran parte de la zona de protección estricta para posibilitar proyectos de perforación.

Es entonces cuando decimos: ¿toras esas leyes por nara? Solo por poner un ejemplo, la ampliación de la frontera petrolera, afecta al 55% de la superficie de la reserva de Tariquia, comprometiendo gravemente su razón de ser.

Pero la pregunta principal que debemos hacernos es si, dado el panorama, aún se garantiza la función y los objetivos que propiciaron el nacimiento de Tariquia, la única área protegida en Bolivia con una importancia relevante como garante del régimen hídrico de la zona y sectores aledaños, además de conservar una de las muestras de bosque tucumano boliviano más extensas.

No podemos ser muy optimistas. Quebradas las normas y los procedimientos que la protegían, se prevé que Tariquia será intervenida para buscar hidrocarburos y se presume la perforación de cinco pozos, además de la reactivación de uno antiguo.

¿Tenemos toras esas leyes por nara? ¿Qué les espera a nuestras reservas naturales cuando se imponen intereses económicos y políticos?

Debemos mantenernos alertas, ampliar nuestra mirada y reaccionar ágiles como una mosca ante cualquier avance que atente contra la naturaleza.

¡No te detengas aquí!

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